Cerámica nazca

Se caracteriza e identifica por la calidad y su estilo distintivo en la cerámica polícroma, así como en las complejas representaciones en su superficie antes de ser cocidas.

Podemos situarla entre los años 100 a. C. hasta aproximadamente el 800 d. C. Dawson en 1952, elaboró una secuencia cerámica en nueve fases, y de forma más general quedan incluidas en cuatro grandes períodos: Protonazca, Monumental, Prolífero y Disyuntivo: La forma más típica de las vasijas es la botella asa-puente con dos vertederos, pero también fabricaron ollas esféricas, tazas y vasos.

Su característica principal era el “Horror al vacío”, es decir que los Nazcas no dejaron en ninguna de sus cerámicas algún espacio sin pintar o decorar.

En estas piezas se presentaron elementos de la vida cotidiana, tales como flores, frutos, aves, animales e insectos, como también personajes mitológicos o que combinan atributos humanos y animales.

Podemos señalar a los Nazcas como los más avanzados músicos de toda América en su tiempo.

Como desgrasante utilizaban concha molida o bien arena con mucha mica [cita requerida].

Los motivos pintados en la cerámica Nazca muestran dos categorías principales: sagrado y lo profano.

El «gato moteado» suele aparecer solo o pintado al lado de una estrella, creyéndose que simbolizaba alguna constelación, se representa con los bigotes separados y con la lengua muy larga y sacada fuera, otra representación propia de este mismo felino es con forma humana y dibujada en la frente una cabeza rodeada de culebras que desempeña la función de corona, sus extremidades están representadas como garras.

Engobe bruñido. 450-650 d. C. (Intermedio temprano (Fase 6)). Museo Walters .
Pájaro Nazca temprano, 100 a. c. - 200 d. C.
Corneta de la cultura Nazca. Museo de La Nación-Lima Perú
Muestra de cabeza cortada.