Cerámica visigoda

Cerámica visigoda en España es el conjunto de producción alfarera registrada en la península ibérica entre los siglos V y VIII.

[2]​ La producción, decadente, de baja calidad y siguiendo modelos derivados de la cerámica romana, tenía fines domésticos y, en menor medida, funerarios.

[3]​ El Museo Arqueológico Nacional conserva una cierta variedad de ejemplos del aspecto más interesante de la cerámica visigoda, los ladrillos para revestimientos de suelos o uso funerario (templos y sepulturas), ajenos a los modelos centroeuropeos tan presentes en la rica orfebrería visigoda, y cuya la estética sigue pautas norteafricanas, bizantinas o de la baja latinidad.

[1]​ La producción tiene como denominador común estar hecha con moldes y decoración en relieve o en hueco.

Las piezas de revestimiento para uso funerario suelen ser rectangulares y estar decoradas con motivos de la simbología animal cristiana, aves (palomas o pavos rodeando una crátera), crismones y con menor frecuencia, figuras geométricas.