[1] En el Cerro Cárceles se hallan dos especies de flora paleoendémica como son la Jurinea fontqueri y la Crepis granatensis.
Solo perviven en estado salvaje en Sierra Mágina, creciendo en canchales y pedregales, también denominados gleras o rastras.
Probablemente ocupaba una mayor extensión de terreno hasta irse reduciéndose su presencia a este enclave.
[2][3] Además, dentro de la flora característica pueden encontrarse el enebro y la sabina rastrera.
En la vertiente sudeste hay existe presencia testimonial de quejigares, muy presionados por las antiguas acciones forestales y a la presencia excesiva de ganado en la actualidad.