Debe su nombre a los lugareños y arrieros del sector que, haciendo referencia al color que proyecta la roca de la pared sur, la bautizaron así.
Su imagen es sorprendente cuando se le observa desde el sur, especialmente desde la laguna de Morales del Monumento Natural El Morado.
Se internaron por el valle del río Yeso para luego entrar por el estero Cortaderas hasta la faz noreste del cerro.
El 4 de marzo de 1942, Carlos Píderit y Jorge Silva Píderit, lograron alcanzar la cumbre por la cara este del cerro.
Esta vez, se metieron por el valle del estero Morado hasta los pies de la pared este.