A lo largo del cerro, así como en gran parte del municipio de Tibacuy, hay bastantes formaciones rocosas y piedras que emergen entre los bosques y los cultivos, que cuentan con hendiduras conocidas como "moyas" donde se cree que los indígenas guardaban sus posesiones valiosas, molían sus alimentos o dejaban ofrendas a sus dioses.
Mamíferos: aunque por la presión antrópica la presencia de grandes mamíferos nativos es casi nula, es posible escuchar por las noches el ruido producido por las zarigüeyas al comer, escalar árboles, o hacer ladrar a los perros.
Así mismo en cuanto a insectos es posible escucharlos o verlos en buenas cantidades, en los sectores no intervenidos.
En cuanto a flora, se destaca el roble, el cedro negro, el higueron, los carboneros, los quiches, helechos y el Moh o nogal cafetero (Cordia alliodora) el cual es bastante abundante y al florecer, es posible ver en el bosque manchas cafés que representan la floración con semilla de estos árboles.
Cuenta con senderos demarcados para realizar caminatas, que cubren el trayecto desde Cumaca hasta el cerro, así como las rutas internas dentro de propiedades privadas.
Para realizar estas actividades, durante el recorrido por las fincas ubicadas en la parte media del trayecto a la montaña, se han asignado espacios para la realización de las mismas y que cuentan con los servicios básicos (sanitarios, agua, lugar para fogatas, duchas, comestibles) para el campista a precios realmente cómodos.
Si el viajero, no conoce con anterioridad el municipio, es de gran utilidad el contactarse con la organización local, que le ofrecerán el servicio de intérpretes locales, así como planes todo incluido, que le permitirán tener un buen conocimiento del entorno, disfrutar de rutas turísticas y las costumbres gastronómicas locales para próximas ocasiones.