Cerro de los Hoyos

En algunas publicaciones también se le cita con el nombre de cerro del Nevazo, pero esta denominación es inexacta, pues deriva de un hecho circunstancial, acaecido a unos montañeros durante una ascensión realizada en el año 1918.

Sus muros orientales se elevan sobre el Hueco de San Blas, y a poniente dominan el circo pedricero.

En sus laderas apenas existe vegetación herbácea y, en menor medida aún, arbustiva.

En cuanto a la fauna, destaca la presencia de cabras monteses (Capra pyrenaica).

Todo el cerro es muy quebrado, con paredes verticales e inaccesibles, en general, sin material de escalada.