Además es un lugar muy frecuentado tanto por fotógrafos y por directores que van a filmar películas, documentales o incluso anuncios.
A principios del siglo XX la zona era conocida como Palomar de Rivera, y en ella había algunas construcciones aisladas.
[1][2] Con frecuencia, para bordear las leyes municipales, las chabolas se construían con ayuda de los vecinos en una sola noche.
Eran de planta baja, con una o dos habitaciones, y con frecuencia encaladas, lo que daba al barrio un cierto aire andaluz.
Pese a su origen humilde, Felipe ostentó e 1906 el cargo de vocal del Centro Instructivo Obrero Republicano de Nueva Numancia y Doña Carlota.
En otra casa figuraba inscrito el hijo mayor, Eugenio, junto a su mujer y sus tres hijos, este llevaba nueve años residiendo en Vallecas.
En 1930 varió ligeramente la denominación oficial y pasó a llamarse Colonia Pío Felipe.
El Cerro se fue consolidando como un barrio marginal y adquirió una mala fama que compartía con el resto de Vallecas como típicas barriadas suburbiales.
La mala fama no era gratuita pues más de cuatro mil personas compartían un espacio reducido.
Además se carecía de agua corriente, fuentes, luz y alumbrado público.
El resultado urbanístico era totalmente caótico, pese a lo cual destacaba la buena vecindad entre sus habitantes dando al barrio un aire de pueblo pintoresco, que fue aprovechado por algunos fotógrafos, como Santos Yubero para dejar su impronta.
La decisión de erradicar el poblado para dar fin a sus condiciones infrahumanas partió en 1967 de los círculos del Opus Dei, que como se ha dicho arriba dirigían el colegio Tajamar y la parroquia.
Estas viviendas se construyeron en la cumbre de la colina, frente al colegio Tajamar.
Como curiosidad, la parcela número 158 pertenecía todavía a Pío Felipe Fernández.
Manuel Paredes, que dirigía las obras, decidió entonces dejar estos restos para cubrirlos de tierra y hierba y ahorrar así el traslado a vertederos.
Además, le rodea en todo su perímetro un tramo de carril bici.
En la parte más baja del parque hay varios equipamientos deportivos (pistas de fútbol sala, baloncesto y ping-pong).
La vegetación que se puede encontrar en el parque del Cerro del Tío Pío es diversa aunque lo más destacable son las extensas superficies de praderas que tapizan las laderas.