Ambos regresan a casa de Pepito y para evitar ser castigados, intentan entrar por la ventana del baño, pero en el proceso terminan destruyéndolo intencionalmente.
Al día siguiente, la Brigada de Investigaciones llama a Chabelo y Pepito para que se infiltren en una banda juvenil que se dedica a la vagancia y delincuencia para poder conocer sus movimientos.
Mientras Pepito se esconde, Chabelo aprovecha el momento para comerse unos tacos y no pagarlos.
El éxito del robo les permite a Chabelo y Pepito tener acceso a la base del Escuadrón Juvenil donde secretamente varios niños están trabajando en una fábrica bajo la supervisión de unos seres extraños.
Chabelo y Pepito entonces deciden emprender con el extraterrestre un plan desesperado pues la policía ya está buscándolos.