Chaleco

Según Elvira González Asenso, el chaleco deriva de la chupa, prenda militar del siglo XVIII que iba sobre la camisa y bajo la casaca.

Este uso del siglo XVI, pasaría a alterarse con la moda francesa de elaborar chalecos de mejor tela y lujo, que se llevarían desde entonces a la inversa como prenda interior, protegida su hechura por la casaca más larga y amplia que los jubones ajustados de los dos siglos anteriores.

Con el tiempo fue perdiendo dichas mangas y, con la Revolución Industrial, pudo confeccionarse en serie utilizando otros tejidos, lo que la sacó de la indumentaria militar popularizándola.

Resulta de gran utilidad para determinadas actividades como la caza, para llevar munición fácilmente extraíble, o la fotografía, para tener a mano carretes, tarjetas de memoria, baterías, tapas e incluso objetivos.

Existen también chalecos lastrados[5]​ utilizados con fines deportivos para aumentar el rendimiento de los atletas.

Chaleco tradicional.
Caballero noble al uso del siglo XVI .
Cazador en Zambia portando chaleco de varios bolsillos.
Lincoln con levita y chaleco