Chambra

[4]​ La aparición de fibras nuevas a partir del algodón, más delicadas y de mejor calidad, como el percal, el "bombasí", la "brillantina" y el "elefante", hicieron de este tipo de sobrecamisa una pieza muy popular, que podía adornarse con puntillas, bordados.

[5]​ Por lo general eran prendas ajustadas y de manga larga ceñida de la muñeca al codo, abiéndose luego con mucho vuelo.

También era característica la tira del cuello rematada por una puntilla.

Se abrochaban con botones delanteros, sobre el busto, facilitando así tareas como el amamantamiento.

No resulta difícil encontrar mencionada esta prenda en la obra de los novelistas del realismo español del siglo XIX.