Chantal Julien

Debutó en 1988 en el mundo del arbitraje cuando aún era jugadora, para ayudar a su club, Challes-les-Eaux, que tenía un déficit arbitral.

Sufrió algunos comentarios sexistas pero sus cualidades también le permitieron ganarse el respeto de los jugadores.

Sus buenas actuaciones le llevaron a convertirse en árbitro internacional, primero durante un Campeonato de Europa.

Se convierte, junto con Pilar Landeira, en la primera mujer en arbitrar una final de un campeonato mundial.

Una vez más tiene el honor de arbitrar la final entre Estados Unidos y Australia (74–63).