Chants d'Espagne

232 es una suite de cinco piezas para piano escrita por Isaac Albéniz entre 1891 y 1894.

[2]​ La primera edición de la suite que se publicó en 1892 en Barcelona por el editor Juan Bautista Pujol estaba formada por tres piezas: Prélude, más tarde conocida como Asturias (Leyenda), Orientale y Sous le palmier.

Más tarde en la edición de 1897 se añadieron otras dos piezas: Córdoba y Seguidillas.

Según Günter Schulze, "Muchas...[de las obras] tienen el sabor del flamenco tan querido por Albéniz".

Históricamente esta suite y las tres primeras piezas suelen citarse por sus nombres en francés, si bien algunas grabaciones ofrecen los títulos en español.

[2]​ Francisco Tárrega arregló la pieza para guitarra en su tonalidad más reconocible, mi menor.

La segunda sección recuerda a una copla, un verso cantado que sigue una forma específica.

La malagueña toma prestados dos motivos de la copla anterior y los amplía.

La pieza está dedicada "a mi amigo y antiguo alumno Joaquín Bonnín".

En este caso el propio Albéniz volvió a la versión original incluida en la Suite española y adaptó esta música a partir del cuarto movimiento original de esa obra, que es el octavo movimiento en la versión final publicada, donde se titula Cuba.

[2]​ Cuando Ericourt describe cómo debe tocarse el ritmo en estas piezas, escribe lo siguiente:[7]​ Ericourt subraya igualmente la importancia de la moderación en la expresión: "Cualquier exageración, tonal o de otra índole, podría fácilmente aportar vulgaridad a esta composición".

[7]​ En el compás 17, la música pasa a la tonalidad paralela menor, un giro visto en otras piezas de Albéniz.

El cuarto movimiento, Córdoba celebra una de las ciudades favoritas del compositor.

El sonido de un himno en modo dórico suena en un estilo fauxbourdon, rítmicamente ambiguo para asemejarse al canto litúrgico.

[7]​ El finale y la pieza más breve de la suite lleva por título Seguidillas, otro fragmento popular.

El ritmo contagioso de esta danza hace que la conclusión sea dinámica.

Portada de la partitura de Chants d'Espagne (1898).
Versión para guitarra de Asturias interpretada por Sharon Isbin.