Charrismo sindical

Primero, los trabajadores destituyeron al líder sindical, Jesús Díaz de León, alias 'el charro', debido al incumpliento del contrato colectivo de trabajo.

Díaz de León recibió apoyo del presidente Miguel Alemán Valdés (1946-1952) quien envió agentes de la policía y al ejército para tomar las oficinas generales del gremio y así retener por la fuerza al dirigente destituido en su cargo.

Posteriormente, con el mismo apoyo gubernamental, se logró imponer como líder ferrocarrilero a Alfonso Ochoa Partida.

El cambio implico una evidentra transformación en la política económica mexicana al implementarse el modelo de Industrialización por sustitución de importaciones, en donde el Estado ni el gobierno jugarían un papel central en los procesos industriales sino que dicho lugar sería tomado por la inversión privada con capital nacional y extranjero.

"Esta transición no se podía hacer con un movimiento sindical tan combativo y en ascenso, acostumbrado a que el gobierno lo apoyara y se inclinara a su favor en los conflictos con el capital como en el gobierno cardenista; con una CTM en dónde su dirigente Vicente Lombardo Toledano y los grandes sindicatos nacionales, dirigidos varios de ellos por comunistas, tenían un gran peso.