Cuando se concertaba la Paz en Chile entre el gobernador de Chile y los mapuches, los guerreros pasaban los Andes para acciones militares (malones) contra modestos asentamientos como Mendoza, San Luis, Córdoba o Buenos Aires, especialmente contra haciendas de los entornos.
Algunos filólogos italianos (como Grassi)[2] afirman que el «che» rioplatense es de origen veneciano.
De esta manera, «che» se transformó en una voz que amalgamó culturas, y en su informalidad acercó gente, convirtiéndose en una palabra popular que manifiesta amistad y confianza en el coloquio de los rioplatenses.
En la Comunidad Valenciana de España esta interjección es muy frecuente desde hace siglos,[4] y se encuentra inscripta en murales.
Esto hace pensar, bien en un parentesco con el «che» rioplatense, bien en una coincidencia, de ahí entre otras cosas que al equipo de fútbol Valencia CF, se lo llame equipo ché.
El «che» valenciano se escribe normativamente xe aunque posiblemente escrito ya desde largo tiempo con ch hasta la llegada de la normalización lingüística.
Según Rosenblat, en ciertas zonas de Lombardía (en Italia), existe una expresión parecida, «ce», pronunciada [che] con los mismos significados y usos que el che rioplatense y el valenciano, pero no aclara si están relacionados.
«Che» se usa en Argentina, Paraguay,[5] Uruguay,[6] así como también en España, particularmente en la Comunidad Valenciana y zonas limítrofes, pero también al norte del país, pues en Galicia es usado ampliamente en la zona de la Costa de la Muerte (La Coruña).
Es frecuente su uso junto con el pronombre «tu», por ejemplo para expresar enfado: «Xe tu, ja hem tornat a fallar» (‘¡joder, ya hemos vuelto a fallar!’), o para reafirmar o enfatizar ideas: «Que sí, che, que yo lo he visto» (‘¡que sí, hombre, que yo lo he visto!’).
Parece tener otros varios usos comodín o como mera muletilla sin significado concreto.
En algunos países latinoamericanos, el término «che» es utilizado para referirse a una persona argentina.