Chicanná (del maya: Chi'kaannaj: Chi, boca; kaan, serpiente; naj, casa.
[2]El sitio es un ejemplo del eclecticismo en el estilo constructivo de los monumentos mayas.
[4] La extensión territorial de Chicanná es relativamente menor a sitios aledaños, la zona arqueológica se divide en 5 grupos arquitectónicos integrados por varios edificios monumentales finamente decorados con elementos religiosos alusivos a deidades mayas importantes entre los que se encuentran mascarones zoomorfos con la representación del dios Itzamná abriendo sus fauces a modo de entrada a los templos, algunos con una serie de mascarones en forma de columna en los costados representando a Cháak', el dios maya de la lluvia.
La historia de Chicanná abarca una larga temporalidad que comienza en el final del periodo preclásico medio y el preclásico tardío entre los años 300 a. C. al 200 d. C., donde muestra las primeras evidencias de una temprana ocupación como asentamiento prehispánico d. C. La zona tendría su apogeo y mayor esplendor hasta el periodo Clásico medio y el Clásico tardío entre los años 600 al 1000 d. C., periodo donde se edificaron sus construcciones monumentales principales y experimentaría un gran crecimiento arquitectónico vinculado a su estatus como suburbio dependiente de la ciudad de Becán, la cual representaba el mayor poder político de la región Río Bec durante ese periodo.
[6] La zona de Chicanná permaneció oculta en la selva hasta que fue descubierta en 1969 por el arqueólogo Jack D. Eaton durante una larga expedición arqueológica en el sur de Campeche.