Miles de niños no deseados fueron trasladados a orfanatos públicos en los que vivían en terribles condiciones.
Hoy en día hay 20000 niños viviendo en la calle debido a que los recursos para darles un techo son muy limitados en su país.
Aparecen escenas similares con Ana y Marian, que visitaron a sus familias en las afueras de Bucarest.
Ana tiene muchos problemas y su padrastro intenta, sin éxito, llevarla dos veces de vuelta a casa.
Aunque no le gusta la vida en la calle se mantiene muy unido a su hermana.
La edición en DVD incluía material extra con información adicional acerca de los niños después del regreso a la zona ya previsto en el documental.
Cristina, que ahora tiene 19 años, es adicta a la heroína y está embarazada de tres meses.
Marian ahora tiene 12 años y fue trasladado a un hogar infantil, en el que todavía reside, tras una redada policial en Piața Victoriei.
Vivió un tiempo ahí y fue denunciada por haberse prostituido, antes de que la policía la detuviera.
Violeta Macarena sigue viviendo en las calles, sola y lejos de Cristina porque los chicos mayores la pegan en las obras abandonadas.