El sitio es importante porque conserva un registro de asentamientos del período precerámico en Irán.
Helene Kantor, que entonces trabajaba en el cercano yacimiento de Chogha Mish, se apresuró en llegar al sitio y obtuvo permiso para investigarlo.
[3] Kantor permaneció durante dos temporadas (1976/77 y 1977/78), pero no pudo volver en 1979 por la Revolución iraní.
[2] Abbas Alizadeh continuó las investigaciones en el lugar en 1996[2] y sus hallazgos se publicaron en 2003.
[1] Es uno de los pocos sitios neolíticos que han podido ser excavados desde la revolución iraní.