En Francia, trabajó con muchos de los anarquistas que había llegado a conocer en Zúrich.
Como hablaba tanto inglés como alemán, además del francés y holandés, fue especialmente útil como traductor.
También desempeñó un papel importante en la organización del Congreso Internacional Sindicalista de 1913 en Londres.
Durante la Primera Guerra Mundial, Cornelissen apoyó activamente la Unión sacrée, una tregua patriótica entre el Estado francés y el movimiento socialista.
En 1944 se publicó su Traité général de la ciencia économique (Tratado general sobre la ciencia económica), una elaboración sobre Théorie de la valeur (teoría del valor), que había publicado en 1903, para refutar la teoría del valor trabajo, a la que adherían tanto economistas clásicos y Marx.