Interesado por la historia, se unió a la Asociación Noruega para la Preservación de los Artefactos Antiguos.
Comenzó a trabajar con restos de edificios medievales, diseñando proyectos para su reconstrucción según los modelos primitivos.
De esa manera logró familiarizarse con la arquitectura gótica y románica.
Su trabajo se centró en la restauración de aquellas partes que podían ser reconstruidas con evidencias científicas, como fueron el coro, el octógono y el transepto.
En el brazo sur del transepto de la catedral se halla una placa en su honor.