Ciencia de la creación

A menudo se presenta sin un lenguaje abiertamente basado en la fe, sino que se basa en la reinterpretación de los resultados científicos para argumentar que varios mitos del libro del Génesis y otros pasajes bíblicos seleccionados son científicamente válidos.

La Pontificia Universidad Gregoriana ha calificado oficialmente el diseño inteligente de «fenómeno cultural» sin elementos científicos.

[27]​ En su lugar, afirma que el campo de la biología evolutiva es en sí mismo pseudocientífico[28]​ o incluso una religión.

[42]​ En consecuencia, los creacionistas también cuestionan las mediciones geológicas y astrofísicas de la edad de la Tierra y el universo, así como sus orígenes, que los creacionistas consideran irreconciliables con el relato del libro del Génesis.

[55]​ La sentencia definió como características esenciales de la ciencia las siguientes:[55]​ El tribunal dictaminó que la ciencia de la creación no cumplía estas características esenciales e identificó razones específicas.

[58]​ La decisión no fue recurrida ante un tribunal superior, pero tuvo una poderosa influencia en sentencias posteriores.

[60]​ En 1984 se publicó por primera vez The Mystery of Life's Origin (El misterio del origen de la vida).

El libro, titulado originalmente Biology and Creation (Biología y creación), pero rebautizado Of Pandas and People (De pandas y personas), salió a la venta en 1989 y se convirtió en la primera obra publicada que promovía el argumento antievolucionista del diseño con el nombre de diseño inteligente.

Las autoridades escolares de ese país habían intentado incluir Of Pandas and People en sus clases de biología y los testimonios ofrecidos durante el juicio revelaron que el libro se escribió originalmente como un texto creacionista, pero tras la decisión adversa de la Corte Suprema se sometió a una simple edición cosmética para eliminar las alusiones explícitas a «creación» o «creador» y sustituirlas en su lugar por referencias a «diseño» o «diseñador».

En cambio, por principio, el neocreacionismo evita por completo las referencias a las Escrituras en sus polémicas y objetivos declarados (véase la estrategia de la cuña).

[67]​ En la actualidad, la ciencia de la creación como movimiento organizado se centra principalmente en Estados Unidos.

[68]​ Sus defensores suelen estar alineados con una denominación cristiana, principalmente con las que se caracterizan por ser evangélicas, conservadoras o fundamentalistas.

[73]​ Morris y los creacionistas posteriores ampliaron el alcance con ataques contra el amplio espectro de descubrimientos científicos que apuntan a la antigüedad del universo y a la ascendencia común entre las especies, incluido el creciente conjunto de pruebas procedentes del registro fósil, las técnicas de datación absoluta y la cosmogonía.

[74]​[75]​ Muchos afirman que su oposición a la evolución científica se basa principalmente en la religión.

No podemos descubrir mediante la investigación científica nada acerca de los procesos creativos utilizados por el Creador».

Pero también hace la misma afirmación contra la teoría evolutiva de la ciencia, sosteniendo que en el tema de los orígenes, la evolución científica es una teoría religiosa que no puede ser validada por la ciencia.

[22]​ La antropóloga Eugenie Scott ha señalado además: «La oposición religiosa a la evolución impulsa el antievolucionismo.

[13]​[22]​ Muchas iglesias cristianas mayoritarias[77]​[78]​ critican la ciencia de la creación por motivos teológicos, afirmando que la fe religiosa por sí sola debería ser una base suficiente para creer en la verdad de la creación, o que los esfuerzos por demostrar el relato de la creación del Génesis sobre bases científicas son intrínsecamente inútiles porque la razón está subordinada a la fe y, por tanto, no puede utilizarse para demostrarla.

[79]​ Muchas teologías cristianas, incluido el cristianismo liberal, consideran que el relato de la creación del Génesis es una obra poética y alegórica más que una historia literal, y muchas iglesias cristianas —incluidas la Iglesia Ortodoxa Oriental, la Católica Romana,[80]​ la Anglicana y las denominaciones más liberales de las confesiones luterana, metodista, congregacionalista y presbiteriana— han rechazado de plano la ciencia de la creación o se muestran ambivalentes ante ella.

En él, Draper presentaba toda la historia del desarrollo científico como una guerra contra la religión.

Esta presentación de la historia fue propagada aún más por seguidores como Andrew Dickson White en su obra en dos volúmenes A History of the Warfare of Science with Theology in Christendom (1896).

Las comunidades históricas han argumentado que las traducciones bíblicas contienen muchos errores de traducción y erratas, y por tanto que el uso del literalismo bíblico en la ciencia de la creación es autocontradictorio.

[101]​ Richard Dawkins ha explicado la evolución como «una teoría del cambio gradual e incremental a lo largo de millones de años, que comienza con algo muy simple y asciende a lo largo de gradientes lentos y graduales hacia una mayor complejidad», y ha descrito el registro fósil existente como totalmente coherente con ese proceso.

Un ejemplo dado por Dawkins fue: «Si hubiera un solo hipopótamo o conejo en el Precámbrico, eso echaría por tierra completamente la evolución.

Se cree que los fósiles y los combustibles fósiles se formaron a partir de materia animal y vegetal que quedó enterrada rápidamente durante este diluvio, mientras que los cañones submarinos se explican como formados durante una rápida escorrentía de los continentes al final del diluvio.

[106]​ No obstante, sigue habiendo partidarios de la creencia en la geología del diluvio, y en los últimos años se han introducido nuevos modelos creacionistas como la tectónica de placas catastrófica y la orogenia catastrófica.

[115]​ Baillieul señaló que Gentry era un físico sin formación en geología y, dada la ausencia de esta formación, Gentry había tergiversado el contexto geológico en el que se recogieron las muestras.

[117]​ Más recientemente, el físico creacionista Russell Humphreys ha propuesto una hipótesis denominada «cosmología del agujero blanco», en la que afirma que el universo se expandió a partir de un agujero blanco hace menos de 10 000 años; sostiene que la edad del universo es ilusoria y resulta de efectos relativistas.

[118]​ La cosmología de Humphreys es defendida por organizaciones creacionistas como Answers in Genesis; sin embargo, debido a que sus predicciones entran en conflicto con las observaciones actuales, no es aceptada por la comunidad científica.

Entre las personas que apoyan esta afirmación se encuentran el astrónomo creacionista Wayne Spencer y Russell Humphreys.

Museo de Ciencias de la Creación de Big Valley (Alberta), Canadá