Esta medida excepcional tuvo como objetivo suprimir las crecientes protestas estudiantiles y la oposición al régimen.
La comunidad académica vallisoletana resistió tal medida organizando una "universidad paralela", clandestina, para continuar con la actividad lectiva.
La decisión se justificó por la "ruptura de la convivencia que imposibilita la acción docente" tras el incidente con el rector.
[4] El cierre fue anunciado mediante un decreto leído en la televisión nacional, suspendiendo todas las actividades docentes y los exámenes para los estudiantes afectados hasta el inicio del siguiente curso académico.
El cierre generó una indignación generalizada, no solo entre estudiantes y profesores, sino también en amplios sectores de la sociedad.
En octubre de 1975 la universidad fue completamente reabierta, y un nuevo rector, Juan Antonio Arias Bonet, reemplazó a José Ramón del Sol.