Cigarral

Se llama cigarrales a las fincas señoriales de recreo situadas en la orilla sur del río Tajo a su paso por la ciudad española de Toledo, con una construcción principal destinada a vivienda de recreo, un edificio secundario para los guardeses (cigarraleros) que cuidan de la casa al ser segunda residencia y, lo más importante y característico, su amplio terreno de campo, que está limitado a un mínimo de 3500 m², siendo lo común hasta mitad del siglo XX superficies en torno a los 20 000 m².

[3]​ Se da como momento cierto de origen a mediados del siglo XV.

Una vez apaciguados los enfrentamientos entre los reinos árabes y cristianos, algunos importantes miembros de la cúpula eclesial comienzan a comprar terrenos al otro lado del río, en su orilla sur, y pasan las temporadas del estío en dichas fincas.

El uso de segunda residencia para la burguesía toledana permaneció hasta mitad del siglo XX en que, al no ser rentables las grandes superficies y altísimo el costo de mantenimiento de estas fincas, se comienzan a subdividir en parcelas de menor tamaño.

En 1994 entra en vigor el PECHT, Plan Especial del Casco Histórico, normativa urbanística del Centro de Toledo y el entorno del Tajo, que incluye el área de los cigarrales.