Es así que en septiembre de ese año, en el Teatro Municipal de Bogotá (Ubicado en la Carrera 8 y posteriormente demolido, fue reemplazado por el Teatro Jorge Eliécer Gaitán en 1940 sobre la Carrera séptima), fue traída la primera proyección cinematográfica que fue hecha en la capital gracias a la visión del empresario barranquillero Ernesto Viecco, presentándose las primeras proyecciones hechas por los hermanos Lumiere dos años antes.
[1] Colombia en 1899 estalla en guerra, provocando que muchos procesos económicos, políticos y culturales del país quedaran a un lado, con el fin de enfrentar la Guerra de los Mil días, que enfrentó a simpatizantes del partido liberal con el partido conservador.
[4] A partir de ese momento, comienza a producirse no solamente en la ciudad, sino en todo el territorio colombiano, distintas representaciones de tipo artístico, recreando obras de la literatura nacional del momento, siendo presentadas en el Gran Salón Olympia que para ese momento era referente del Cine nacional.
Sin embargo durante esa misma década, la década de los 20, nace otra empresa, considerara pionera en el desarrollo del cine nacional como fueron los Hermanos Acevedo, los cuales se encontraban al igual que los hermanos Di Domenico ubicados en la capital, generando producciones de importancia nacional, siendo destacada las grabaciones del Noticiero Cineco (Perteneciente a Cine Colombia que en ese momento su sede central era en Medellín), reconociéndose la primera producción del Himno Nacional en formato audiovisual grabado en el Hipódromo de Techo en 1933 .
Finalmente, los Acevedo como los Di Domenico cayeron en crisis gracias a la llegada de producciones extranjeras que cautivaron al público bogotano, dejando a un lado las producciones colombianas, que tendrían un momento de paro en Bogotá hasta los años 60.
También durante esta década nacería un nuevo género del cine documental que llegaría a Bogotá con Ciro Duran al filmar el documental Gamin en 1978, naciendo el género de la pornomiseria, el cual fue gran parte de sus producciones hechas en Bogotá, debido a las condiciones que muchos colombianos escapando del conflicto armado llegaban a Bogotá para buscar mejores oportunidades de vida para ellos y sus familias, causando una imagen negativa de una ciudad que ignoraba los hechos evidentes de la Guerra Interna del país.
Durante la época del FOCINE, muchas producciones financiadas por el Fondo fueron grabadas en Bogotá siendo las más destacadas Camilo: El Cura Guerrillero de Francisco Norden en 1974 y presentada en 1978, El Taxista Millonario de Gustavo Nieto Roa en 1979, Caín de Gustavo Nieto Roa en 1984, entre otras producciones.
También nacen durante esta década los primeros Programas Profesionales para la producción de cine creados por las Universidades Nacional, Jorge Tadeo Lozano y Talle 5 que llegarían a mediados de la década.