Ciro de Panópolis

Vivió en Constantinopla durante el reinado de Teodosio II y fue cónsul en el año 441.

Sus poderes se ampliaron con su nombramiento como prefecto pretoriano del Este en el mes de noviembre, lo que le convirtió en el segundo hombre más poderoso del Imperio, tras el propio emperador Teodosio II.

[1]​ Ciro fue el primer prefecto urbano que utilizó como lengua oficial de sus decretos el griego, en vez del latín.

[2]​ Se esforzó considerablemente en mejorar y embellecer Constantinopla, introduciendo iluminación en las calles, restaurando varios edificios, entre ellos las murallas de la ciudad, y erigiendo una iglesia a la Madre de Dios (Theotokos) en un distrito que más tarde llevó su nombre.

Sus obras públicas lo hicieron muy popular: según el cronista Zonaras, cuando la gente vio reparados los muros de la ciudad en tiempo récord, exclamaron «Constantino los construyó, Ciro los ha restaurado».