A diferencia de la revisión formal del tratado, su uso no requiere ratificación nacional.
[2] Esta cláusula permite suprimir el derecho de veto, pero la obligatoria unanimidad dificulta su aplicación en áreas como la fiscalidad o los presupuestos.
Están sujetos a las siguientes condiciones previas: Siempre que se cumplan las condiciones previas, el Consejo Europeo por unanimidad puede:[5] Hay otras seis cláusulas específicas.
[1] Estas se aplican a áreas políticas específicas y pueden ser más fáciles de adoptar que las cláusulas generales, ya que requieren menos condiciones previas.
El Parlamento Europeo no tiene ningún papel en cuatro de las cláusulas y se limita a ser consultado en las otras dos.