La clasificación ecológica de tierra (del inglés: Ecological land classification); en francés: classification écologique des terres se define como un proceso que permite definir y clasificar zonas ecológicas distintas en función de su geología, topografía, suelos, vegetación, condiciones climáticas, especies que la habitan, hábitats y recursos hídricos, así como factores antropogénicos.
Estos factores controlan e influyen la composición biótica y los procesos ecológicos.
La gestión del territorio, por lo general, tiene como objetivo un estado estacionario (persistente o al menos relativamente constante), lo que sugiere tanto la conservación pura (prevención de daños) o por lo menos la sostenibilidad (sin deterioro por el uso).
Estas clasificaciones pueden ser aplicadas a diferentes escalas de acuerdo con un enfoque holístico.
Cada sistema propone términos que a veces se usan, con criterios pocos estrictos, como sinónimos.