Escribió sobre estos tres tipos de autoridad tanto en su ensayo Los tres tipos de poder legítimo, publicado en su obra maestra Economía y sociedad, como en su clásico discurso "La política como vocación".
En los tres casos de autoridad legítima los oponía a la "dominación" ilegítima o impuesta por la violencia.
[2] Así, el poder real o las capacidades del líder son irrelevantes, siempre y cuando los seguidores crean que tal poder existe.
La autoridad carismática es tan diferente del poder legal-racional y tradicional, ya que no se desarrolla a partir de la tradición establecida sino más bien de la creencia que los seguidores tienen en el líder.
Las constituciones, los documentos escritos, las oficinas establecidas y las elecciones regulares suelen asociarse con sistemas políticos legales-racionales modernos.
A medida que estos sistemas se desarrollan de manera racional, la autoridad adquiere una forma legal-racional.
Aunque la autoridad racional-legal puede ser cuestionada por los subordinados, es poco probable que resulte en un cambio rápido en la naturaleza del sistema.