Clavus annalis

[1]​[2]​ Cuando los romanos adquirieron mayor ilustración, este uso se convirtió en una ceremonia religiosa con la que creían poder alejar las calamidades públicas.

Primeramente se confirió el honor de clavar el clavo al gran pretor, Major o Urbanus, después a los cónsules y finalmente a los dictadores, que se creaban únicamente para esta importante ceremonia.

[3]​ Aunque tanto Livio como Festo afirmaban que era una manera de contar los años, es imposible determinar con certeza si la ceremonia fue originalmente un ritual de purificación o apotropaico ligado al comienzo del año consular, aunque es posible que pudiera haber sido el caso.

[4]​ Para Livio, la ceremonia del clavo era de origen etrusco.

Los volsinienses designaban el número de años por los clavos existentes en el templo de Nortia, la diosa etrusca del destino y la fortuna.