[2] Generalmente es consumido por personas de escasos recursos, pues el clerén es muchísimo más barato que el Ron legal común y corriente.
[3] El negocio ilegal de esta bebida también se desarrolla en República Dominicana, país al que se introdujo gracias al contrabando en la frontera que divide a ambos países,[4] y es fabricado, vendido y consumido en las mismas condiciones, y por el mismo segmento poblacional mencionado líneas arriba.
El Gobierno Dominicano ha tomado medidas para evitar la propagación de esta bebida adulterada.
Existe una variante dominicana del clerén, llamada Berunte, fermentado a partir de maíz (que es el más común), arroz, melón, piña o trigo.
Durante la pandemia por coronavirus su consumo aumentó notablemente, entre otras cosas, porque se recomendaba como supuesto remedio para prevenir el contagio.