El equipo femenino empezó a disputar partidos oficiales en los años 40, debutando en competición la temporada 1943-44 en la segunda categoría del Campeonato de Catalunya.
La temporada siguiente se unifican ambas categorías en un solo grupo de primera y el Joventut jugará por primera vez en la primera categoría, la catalana, ya que durante estos años todavía no existía ninguna competición superior.
En los años siguientes el baloncesto femenino pierde bastante por todas partes, principalmente debido a que las jugadoras, a instancias de la Sección Femenina, fueron obligadas a realizar el Servicio Social para legalizar las fichas federativas.
Se mantuvo en la máxima categoría hasta 1971, cuando no pudo mantenerla por la falta de recursos económicos, lo que sucedería en más de una ocasión.
En 2020 asciende a la Liga Femenina Challenge, la segunda categoría nacional.