Cluracán de Faerie

Tiene además amplios poderes mágicos debido a su condición feérica, así como también comparte sus debilidades: el espino y el hierro, palabras que usualmente utiliza como maldición.

En esta ocasión no cumple con su objetivo, pero de cualquier manera entrega a su hermana al Señor del Sueño.

Sin embargo, está deprimido, y ve cierta linealidad en su reino crepuscular, y sólo puede sorprenderse cuando Nuala se quita su glamour en una fiesta de Titania.

Este glamour ata a Nuala, quien no se lo puede quitar, hasta que finalmente ésta decide irse de Faerie, y una imagen de Cluracán le quita el encantamiento.

Se revela entonces que quien lo hizo fue su némesis, y que éste no lo cazará ni en el Sueño, donde nació, ni en Faerie, donde nació Cluracán, sino en los "anchos mundos intermedios".