[2] Poblado desde principios de holoceno (12.000 años antes del presente) según relatos orales mapunche que hablan de un arenal fino o "püchükorrelentu" que se extendía entre los lagos Pellaifa y Calafquén cuando llegan al valle los primeros ancestros, situación que coincide con el período geológico de derretimiento glaciar que dio paso a la creación de un gran lago que posteriormente se dividió en dos, dando lugar a los ya mencionados lagos y al arenal en medio de estos.
En el libro que cuenta la historia de las misiones católicas de la Araucanía en esta época, queda plasmado que Coñaripe era el único poblado misional en el cual no habían vecinos chilenos aún, siendo íntegramente habitado por población mapunche.
La colonización extranjera y nacional otorgaba un carácter civilizador que el Estado pretendía imponer sobre la población indígena y, al mismo tiempo, constituía una estrategia que permitía la expansión de la soberanía nacional hacia los territorios del sur.3 En 1931 se promulga el decreto supremo N.º 4363, conocido como Ley de bosques, mediante el cual se estableció la aptitud forestal de los terrenos, se contemplaron recursos y exenciones tributarias para incentivar la producción forestal.
Por ese entonces los colonos forman un caserío junto al lago, arrendando las tierras de Carlos Antimilla.
En 1946 llega la monja antropóloga viajera alemana Inez Hilger, quien documenta y fotografía la realidad cotidiana de la población mapunche, con especial énfasis en la infancia y la crianza publicando un libro con sus investigaciones.
En 1956 Inez vuelve al territorio a entrevistar a una mujer mapunche anciana sobre la cotidianidad y la alimentación y publica estos escritos en 1960 con el nombre de "Una Araucana en los Andes".
Es importante mencionar que la anciana mapunche entrevistada por Hilger hace alusión a que las mejores tierras cultivables del valle estaban cultivadas con cereales (trigo, quinoa, etc.) por una parte y el resto se encontraban cubiertas de estos cereales semidomesticados en estado silvestre a los cuales se recurría para hacer el pan o tortillas de las mañanas.
En los cajones cordilleranos se fueron asentando aserraderos, ya que en estos cajones o valles cordilleranos cerrados existían gran cantidad de maderas nativas de excelente calidad.
Hasta el km 7 subiendo por el camino a Los Cajones desde el poblado de Coñaripe se extiende el territorio otorgado por el título de merced, desde ahí hasta el km 25 donde termina el camino en lo alto de la cordillera el territorio quedó legalmente inscrito como Fiscal y fue otorgado paulatinamente a los colonos chilenos que iban llegando.
En el terremoto de 1960 muchas familias pierden seres queridos, especialmente sensibles son las pérdidas de mujeres y niños que vivían cerca de los cerros que se desplomaron y que ese día domingo permanecían en sus casas mientras los hombres jugaban fútbol, tradición por ese entonces recientemente adquirida por los hombres mapunche.
Los colonos comienzan a pedir ayuda al gobierno amparados por la reciente ley n°14511 del año 1961, en el período del presidente Jorge Alessandri, logrando expropiar 40 hectáreas en un primer proceso mediante Decreto Supremo n° 1460 de octubre de 1961.
Este e proceso se aceleró a modo de emergencia por el invierno que se avecinaba y además porque gran parte de las tierras expropiadas en una primera instancia tenían gran riesgo de ser arrasadas por lahares o flujos volcánicos como lamentablemente ya se había corroborado.
Sin embargo, desde principios del siglo XXI los procesos de turistificación y gentrificación también han transformado la forma de vida tradicional que ha caracterizado la ruralidad mapuche y chilena por siglos, así mismo estos procesos han cambiado la forma en la que se ejerce la colonización por parte del Estado y grupos de poder.
En áreas rurales como Coñaripe, situaciones aparentemente inofensivas que en un primer momento otorgan gran beneficio a la población local, como la consolidación infraestructuras viales como caminos y puentes, la formación de nuevas poblaciones urbanas o semi urbanas en lugares importantes de las comunidades locales, así como la diversificación de servicios que atraen a mayor población foránea, terminan modificando e incluso destruyendo los modos de vida tradicionales, reduciendo al folcklor expresiones que antes eran fundamentales para la economía y la cultura local.
No obstante lo anterior, cabe mencionar que así como el Padre Sigisfredo utilizó la evangelización con el fin de proteger y "educar" de buena fé a los mapunche, muchos otros colonos hicieron lo propio, ayudando a nutrir el saber, cooperado y laborado en conjunto con los habitantes mapunche durante décadas.
También se encuentra cercana la playa pública del lago Pellaifa, accesible por un paso peatonal.
También destaca el «sendero del jabalí», el cual incluye a las localidades de Coñaripe, Liquiñe, Choshuenco, Neltume, Puerto Fuy y Panguipulli.
El área que cubre desde el estero Comonahue hacia el oriente está considerada como una zona con 'peligro muy alto' de verse afectada por lava y por lahares durante las erupciones del volcán Villarrica cuando éstas se originen en el cono o en el cráter principal del volcán.