Del mismo modo, gracias a una bula promulgada en el año 1527, sabemos que el papa Cemente VII da permiso a Gaspar Muñoz para erigir en dicho templo la Capilla del Rosario, la cual, en documentación posterior, constará como propiedad de la Archicofradía.
En la misma se enterrarían los cofrades desde época muy temprana, tal y como queda constancia en los testamentos publicados por la Dra.
Hablar de la Archicofradía del Rosario es hablar de la Orden de Predicadores en Granada, ya que los frailes dominicos del Convento de Santa Cruz la Real al mismo tiempo que iban evangelizando todo el Reino de Granada, tal y como les encomendaron los Reyes Católicos, iban expandiendo la devoción al Santo Rosario y fundando Cofradías adscritas a dicho convento y que tenían por “matriz” a la Archicofradía granadina.
Su sucesor, el papa Gregorio XIII, cambiaría esta advocación por la de Nuestra Señora del Rosario.
El toque, como parte del patrimonio inmaterial granadino, sigue realizándose en la actualidad cada 7 de octubre.
Por este motivo, la Archicofradía decide colocar a la Santísima Virgen en el altar mayor del templo dominico, comenzándose un piadoso octavario el día 24 de junio.
También cabe destacar en este siglo, la creación del Patronato fundado en 1609 por Don Pedro Cajal y Herrera, para dar dotes a religiosas y casar a doncellas pobres.
Su vocación al sacerdocio, le haría profesar como fraile dominico en 1783, siendo ordenado en 1789.
[9] Esto provocó el cierre del templo y convento, teniendo que trasladarse la imagen de la Santísima Virgen del Rosario a la iglesia parroquial de Santa Escolástica.
Esta situación no duró mucho tiempo, ya que la Junta desamortizadora ordenó el derribo de la mencionada iglesia en 1842, trasladándose la misma al cenobio exclaustrado a los dominicos, lo que permitió el regreso de la imagen a su fastuoso Camarín y templo.
Una vez recuperado el culto en el mismo, ya como sede de la extinta parroquia, la cofradía prosiguió con su habitual actividad, y pese a la ausencia de los frailes dominicos, el esplendor devocional prosiguió.
Durante el pontificado de León XIII, ferviente devoto e impulsor del rezo del rosario, entre 1878 y 1903, el culto y las procesiones se vieron revestidas de un fervor especial.
Cabe destacar los solemnes cultos realizados en la Santa Apostólica Iglesia Catedral de la Encarnación del año 1884, con la Santísima Virgen, acompañada de la imagen de Santo Domingo, cuyos traslados en procesión y novenario, fueron reflejo del fervor popular que la venerada imagen y el santísimo rosario despierta en el pueblo granadino desde tiempo inmemorial.
Las andas, de estilo neobarroco y doradas al agua, contienen cuatro cartelas con los principales misterios del rosario.
Conociendo la extraña peculiaridad de existir dos cofradías dando culto a la misma imagen, se realizó la fusión entre las dos corporaciones en 1953,[15][16] denominándose a la hermandad penitencial como "rama" de la Archicofradía, a la que también se añadieron nuevas secciones con movimientos ya existentes en la parroquia de Santa Escolástica.
Durante aquellas décadas, la Archicofradía procesionó en la Semana Santa diferentes imágenes de Cristo que representaban los misterios dolorosos del rosario: la Flagelación, Jesús Nazareno o la Crucifixión; procesionándose a partir de 1961 a Nuestro Padre Jesús de las Tres Caídas, imagen venerada en la clausura del Monasterio de Santa Isabel la Real del barrio del Albayzín.
Así, el 6 de octubre de 1968 fue bendecido el nuevo centro docente por Monseñor Benavent, quedando como testimonio del filial amor que los granadinos profesan a la Virgen del Rosario.
De esta manera la Santísima Virgen del Rosario Coronada seguiría estando presente en la procesión de Semana Santa sin que sufriera deterioro la venerada imagen.
De esta manera las dos cofradías, que recordemos, habían sido fusionadas en 1953, volverían a tomar caminos por separado, cumpliendo con sus fines primorosamente y existiendo fraternales lazos y filial afecto entre ambas hasta nuestros días.
En el año 1992 se celebraría el D Aniversario fundacional de la Archicofradía y el Barrio del Realejo.
Con la llegada del nuevo siglo, la Archicofradía continuó desarrollando su actividad, comenzándose una etapa de grandes cambios y avances para la misma.
Estas labores de conservación permitieron que en el año 2013 pudiera abrirse al público el edificio, compartiendo con todos los granadinos y foráneos un espacio, hasta el momento, desconocido.
En el año 2011 se celebró con gran solemnidad el L aniversario de la Coronación Canónica.
Esto permite que cada año la imagen sea procesionada por dos cuadrillas de costaleros completas.
Gracias a este cambio, se recuperó el paso tallado en los años 40 del siglo XX por el hermano de la Archicofradía y reconocido imaginero y tallista D. Nicolás Prados López, sobre el que se colocó la peana procesional realizada por el también hermano de la Archicofradía y reconocido imaginero D. Eduardo Espinosa Cuadros en 1925.
El paso procesional se completó con unos candelabros de guardabrisa, estrenados en el año 2014.