Los colegios distritales elegían separadamente al presidente y al vicepresidente, y eran libres de votar a favor de cualquier persona elegible para el cargo.
En caso de que los candidatos no obtuvieran la mayoría absoluta del Colegio Electoral, la elección final de ambos funcionarios correspondía al Congreso Nacional.
[1] Todas las elecciones presidenciales entre 1854 y 1946 fueron realizadas bajo el sistema indirecto del Colegio Electoral.
La dictadura, en este caso autodenominada «Revolución Argentina», volvió a reformar la Constitución y dejar sin efecto la elección presidencial indirecta y el Colegio Electoral en 1972, razón por la cual las elecciones presidenciales de marzo y septiembre de 1973 fueron realizadas por voto directo.
En 1994 se reformó nuevamente la Constitución, estableciendo el voto directo del presidente y vicepresidente, en fórmula única, quedando sin efecto la institución del Colegio Electoral en el régimen electoral nacional.