Posee una cápsula con lipopolisacáridos, que tiene relación antifagocítica y además tiene la capacidad de adherirse a la mucosa intestinal.
Esta propiedad de adherirse se debe al ácido D-poliglutámico que posee la cápsula.
Escherichia coli actúa sobre las células de Lieberkun del intestino delgado, provocando que estas absorban las enterotoxinas que produce la célula y no los electrolitos normales, lo cual lleva a una diarrea profusa hipersecretoria.
En terneros con septicemia, las manifestaciones se evidencian a los cuatro días de vida aproximadamente.
También puede haber evidencia de afecciones en otras localizaciones; artritis, meningitis, panoftalmitis, neumonía, etc.
En los terneros con colibacilosis enterotóxica, las primeras manifestaciones clínicas aparecen entre una y dos semanas de vida.
Hay debilidad severa, temperatura disminuida, mucosas pálidas, piel fría, colapso de venas superficiales, irregularidad cardíaca, movimientos convulsivos y apnea.
Es importante la toxemia entérica, hay diarrea acuosa, amarillenta, pálida o blanca, con estrías de sangre, olor fétido y desagradable.
En la forma entérica de los lechones podemos encontrar los intestinos distendidos y la mucosa normal o hiperémica.
El tratamiento debe basarse en los datos epidemiológicos, clínicos, anatomopatológicos y análisis de laboratorio que sean pertinentes.
Si las madres no son primerizas, se debe ver si fueron desafiadas con vacunas con cepas de campo.