Colina de la Guardia

Dicha estribación se elevaba hasta la altura del VI° Círculo de la Ciudad.

En ese extremo se ubicaba el Cementerio de los Reyes y Senescales.

Para la construcción de la Ciudad, la Colina fue moldeada por hábiles manos que abrieron anchos terraplenes circulares, en cuyos bordes exteriores construyeron los Siete Muros.

Los constructores dejaron un espolón de roca, natural de la Colina para ubicar allí el acceso a cada uno de los Círculos (aunque no las puertas), y para entrar en ellos había que trasponerlo cruzando largos túneles, lo que aseguraba la protección individual del Círculo y el difícil acceso a cualquier enemigo que tomara La Ciudad.

Pippin y Beregond se sentaron en dicho lugar para apreciar el paisaje e intercambiar pareceres.