Se instituyó como castigo por las rebeliones de Desmond, cuando el conde geraldino de Desmond se rebeló contra la interferencia inglesa en Munster.
En 1584, se creó una comisión de registros de propiedad, para asignar tierras confiscadas a los contratistas (undertakers), que eran colonizadores acaudalados que contrataban tenentes (tenants) ingleses para que trabajasen en sus nuevas tierras.
Sin embargo, la colonización aquí fue más bien escasa porque el clan gobernante —los MacCarthy Mor— argumentó que los propietarios rebeldes eran sus subordinados y por tanto la tierra les pertenecía realmente a ellos.
Popham, el fiscal general de Irlanda, importó a 70 tenentes desde Somerset, cuando se dio cuenta de que la tierra ya había sido colonizada por otro contratista, por lo que se vio obligado a llevarlos de vuelta a casa.
Se ha sugerido que cada tenente era el cabeza de una finca, y que por tanto representaba a cuatro o cinco personas.