La Colonna Santa es un pilar exento venerado antiguamente como reliquia, conservado como en la Basílica de San Pedro del Vaticano en Roma.
Junto con otras once columnas formaba la conocida como pérgola en el presbiterio desde finales del siglo VI.
Hacia finales del siglo XII y durante el siglo XIII se constituyó una tradición según la cual una de estas columnas (en concreto la situada en el punto noreste de la pérgola era aquella en que Jesucristo se apoyaba durante sus prédicas al pueblo judío.
[1] Se atribuyeron a la columna poderes de sanación en especial para las personas poseídas.
Por este último motivo se conocía también bajo el nombre de colonna degli spiritati.