Los colorantes dispersos son sustancias polares que contienen grupos antraquinónicos o azoicos.
Se calcula que el 85% de los colorantes dispersos son azos o antraquinonas.
En aquel momento, las fibras sintéticas, como el poliéster, eran relativamente nuevas en el mercado y no existían colorantes que pudieran teñirlas de manera efectiva.
Una vez que los colorantes han sido dispersados en el agua, se pueden aplicar a las fibras sintéticas mediante el uso de alta temperatura y presión.
[5][6] Los colorantes dispersos tienen una mejor difusión al hervir a una temperatura más alta.