[3] Sus jefes decidieron someter a las aldeas de las punas (mesetas) cercanas a la villa, donde aún estaban los indígenas rebeldes del general Antonio Huachaca.
Esto desorientó a los rebeldes, que se retiraron.
Además, otros 24 fueron tomados prisioneros,[1] incluyendo al caudillo de Huanta, Esteban Meneses, el comandante de Luricocha, Pedro Castro, y el oficial español Sebastián del Valle; este último murió de sus heridas pocos días después.
[2] Sin embargo, Huachaca escapó con los demás jefes guerrilleros y oficiales españoles.
Ordenó al sargento mayor Juan Sarrio atacarlo con dos compañías del batallón N.º 8 y columnas de milicias cívicas de Ayacucho, Quinua y Secce.