[1] Originalmente, al encargado de un área perteneciente a esta orden hospitalaria se le llamaba, en latín, magister[2] (“maestro") o preceptor.
[5] Originalmente los comendadores ejercían su responsabilidad por períodos cortos, podían ocupar numerosos cargos como Payo Rodríguez que tenía responsabilidad sobre siete encomiendas, incluida la de Portomarín, que tuvo dos veces.
[3] El comendador hospitalario no era propietario de la encomienda designada y la movilidad es la norma.
A nivel local representaba al maestro, tenía una doble responsabilidad: dar cuenta de la gestión local, tenía autoridad disciplinaria sobre todas las personas que vivían en la encomienda, les aseguraba la subsistencia y la salvación espiritual.
Como dice a grandes rasgos Alain Demurger, la Orden se organiza con un frente, o ante de gasto, la Orden en Tierra Santa o el convento en Oriente, y una retaguardia sostenedora, las encomiendas de Occidente.