Comercio entre Nueva España y Filipinas, siglo XVIII

Así, el comercio fue evolucionando de modo que durante toda la segunda mitad del siglo XVIII la Nueva España ya era considerada como la principal productora de plata del mundo.

Sabiendo que su fortuna e ingresos dependían totalmente del éxito o fracaso de las políticas comerciales españolas, los almaceneros eran funcionarios leales a la corona y fervientes defensores de la estabilidad del sistema comercial de la época.

Dado todo el conocimiento y contactos que pudo adquirir viviendo en Filipinas, cuando regresó a vivir a México sus intereses como almacenero estaban completamente centrados en el comercio transpacífico, en la negociación de mercaderías asiáticas en Nueva España y en la introducción de productos asiáticos al mercado novohispano.

Una vez que llegaba el galeón con la mercancía, se enviaban los pedidos a un agente mayorista quien distribuía grandes volúmenes de importaciones asiáticas; la función del agente era básicamente mantener las relaciones con los representantes de los comerciantes de Manila por lo que tenía que ser una persona confiable, responsable y con habilidad para negociar.

Los almaceneros, entre muchos otros factores, lograron modernizar el comercio novohispano.

Recorrido de los comerciantes entre Nueva España y Filipinas