Para sus integrantes, representa un pilar en su reinsersión social al ser también una fuente de ingresos económicos.
Aquella vez, ha relatado, unos internos se le acercaron para que conociera a su compañía de teatro, llamada el Mago.
Así, lo que empezó como un taller, luego se convirtió en un grupo y después en una compañía.
Durante la pandemia, la Compañía incursionó en la modalidad streaming con una de sus obras más representativas: Ricardo III.
Su coordinador, Javier Cruz, dramaturgo y director teatral, cumplió una condena por robo de autopartes en 2012.