La Compañía de fusileros guarda-bosque reales fue una compañía fija que se formó en virtud de Real Orden de 4 de agosto de 1761 dirigida al Capitán General de Cataluña, España.
En imitación de la compañía de la mariscalía de Francia, titulada de Cazas, y que tenía por objeto el servicio de policía y seguridad de la familia real cuando salía de la Corte a las posesiones de la Corona o partidas de caza, se mandó también en España crear una por la citada Orden anterior para custodia de los sitios y posesiones del Real Patrimonio, y subsistió con varias alteraciones hasta el año de 1836.
El vestuario era azul y divisa encarnada de hechura a la catalana, con gambeto y redecilla.
Usaban de casaca y chupa de las mismas divisas y tenían Reales Despachos y los mismos sueldos que los de infantería en sus respectivas clases El objeto de esta compañía era guardar los bosques reales, teniendo su cuartel en Aravaca y estaban repartidos en varios destacamentos y uno de ellos a cargo del oficial subalterno debía estar siempre donde se hallase la Corte.
Esta tropa en el campo se hallaba a las órdenes del ballestero mayor del Rey o de sus sustituto, y fuera del campo sujeta al capitán con dependencia del ballestero mayor, en las propuestas, licencias, retiro y otras que dependieran del servicio.