En ese momento ambos agentes empiezan a realizar su propia investigación para descubrir que están tramando.
Mientras tanto tendrán que huir a diferentes países europeos para no ser asesinados.
Se filmó allí, en París, Francia, Berlín, Alemania, Washington D. C., Estados Unidos y en Anguila en territorio británico de ultramar.
Como había siempre cambios políticos en esa época a causa del fin de la Guerra Fría, Nicholas Meyer tuvo siempre que hacer cambios en el guion, lo que causó problemas adicionales.
[2] Adicionalmente Meyer también tenía enfrentamientos constantes con Gene Hackman durante el rodaje.