Por ello se mide una aproximación que es la presión intraesofágica, mediante balón y sonda deglutidos .
Se usa un neumotacógrafo con electromanómetro, un amplificador y un galvanómetro que está conectado al aparato de registro gráfico, midiéndose así la diferencia de presión entre la pleura (en realidad el esófago) y la boca.
Habitualmente el volumen registrado se indica en las ordenadas y la sucesión de presiones sobre las abscisas.
Mientras en la fibrosis pulmonar (por neumoconiososis, enfermedades autoinmunes etc.), aún en fase inicial aumenta la elastancia y disminuye la compliancia, por el contrario en el enfisema aumenta la compliancia y disminuye la elastancia desde mucho antes de que haya síntoma alguno.
La prueba puede señalar también la respuesta a los fármacos (generalmente betabloqueantes) si la realizamos dos veces: antes y después de su administración con lo que podemos visualizar la mejoría en las gráficas obtenidas.