[1] Si bien la tradición judía sostiene que los cinco libros fueron escritos originalmente por Moisés en algún momento del II milenio a. C., para el siglo XVII los principales estudiosos ya habían rechazado la autoría mosaica.
[7] Otros eruditos, como Richard Elliott Friedman o Joel S. Baden, apoyan una versión revisada de la hipótesis documentaria, sosteniendo que la Torá se compuso utilizando cuatro fuentes diferentes: Yahvista, Elohista, Sacerdotal y Deuteronómica, que se combinaron en una en el periodo persa.
[8][9] Los estudiosos usan con frecuencia estas nuevas hipótesis en combinación entre sí, lo que dificulta la clasificación de las teorías contemporáneas como estrictamente una u otra.
[10] La tendencia general en los estudios recientes es reconocer la forma final de la Torá como una unidad literaria e ideológica, basada en fuentes anteriores, completada probablemente durante el período persa (539–332 a. C.).
[17][18] Esto implica que la Torá no pudo haber sido escrita por Moisés durante el II milenio a. C., como lo enseña la tradición judía.
[25] Algunas pruebas arqueológicas han sido interpretadas como sugiriendo una datación persa tardía o helenística temprana del Pentateuco.
[31] Por otro lado, otro hallazgo arqueológico podría interpretarse como evidencia de una fecha temprana para parte del Pentateuco.
[32] Sin embargo, estos rollos no pueden aceptarse como prueba de que el Pentateuco en su conjunto debió haber sido compuesto antes del siglo VI a. C., pues es ampliamente aceptado que la Torá se basa en fuentes orales y escritas anteriores, y no hay referencia a una Torá escrita en los propios rollos.
[34] Por el contrario, el libro de Ezequiel, escrito durante el Exilio en Babilonia, contiene muchas características del hebreo bíblico tardío.
[39] Resumiendo estos problemas, Young ha argumentado que «ninguno de los criterios lingüísticos utilizados para fechar textos [bíblicos], ya sea temprano o tardío, es lo suficientemente fuerte como para obligar a los académicos a reconsiderar un argumento hecho sobre bases no lingüísticas».
[43]En el mismo sentido, Gary A. Rendsburg opina que si una gran parte del Pentateuco hubiera sido escrita en períodos persas o helenísticos, habría de esperarse mayor influencia de lenguas como el arameo o el griego en los textos.
Siguiendo a Julius Wellhausen, muchos eruditos han identificado el «Libro de la Ley» descubierto por el sumo sacerdote Hilcías en 2 Reyes 22-23 con el Libro de Deuteronomio, o una versión anterior del mismo, y postulan que fue en realidad escrito por Hilcías en esa época.
[49] En su libro In Search of 'Ancient Israel': A Study in Biblical Origins, Philip Davies argumentó que la Torá probablemente se promulgó en su forma final durante el período persa, cuando el pueblo de Judea estaba gobernado por la provincia aqueménida de Yehud Medinata.
[57] En 2006, el erudito independiente Russell Gmirkin publicó un libro titulado Berossus and Genesis, Manetho and Exodus, en el que argumentó que el Pentateuco se basó en las historias en griego de Beroso (278 a. C.) y Manetón (285–280 a. C.) y por lo tanto debe haber sido compuesto posteriormente a ambos.
También alega que Gmirkin apunta selectivamente a paralelismos entre Génesis–Beroso y Éxodo–Manetón, mientras ignora las diferencias importantes entre sus narrativas.
Las tres más comúnmente reconocidas son las fuentes Sacerdotal (P), Deuteronómica (D) y Yahvista (J).
[71] Los israelitas son el pueblo escogido por Dios, su relación con ellos se rige por los pactos, y al Dios de P le preocupa que Israel debe preservar su identidad evitando los matrimonios mixtos con personas que no son israelitas.
[74] El libro del Éxodo también se divide entre J y P, en el entendimiento habitual de que los escritores sacerdotales estaban agregando material a una narración yahvista ya existente.
[83] John Van Seters caracteriza al escritor yahvista como un «historiador de los orígenes israelitas», escribiendo durante el exilio en Babilonia (597–539 a. C.).
[74] El libro del Éxodo pertenece en gran parte a J, aunque también contiene importantes interpolaciones sacerdotales.
[89] Un número creciente de eruditos ha concluido que Génesis, un libro tradicionalmente asignado principalmente a J, fue originalmente compuesto por separado de Éxodo y Números, y se unió a estos libros más tarde por un redactor sacerdotal.
[90] Sin embargo, la existencia e integridad del material yahvista todavía tiene muchos defensores; especialmente John Van Seters.
La hipótesis documentaria de Wellhausen le debía poco al propio Wellhausen, sino que se basaba fundamentalmente en los trabajos de Hupfeld, Eduard Eugène Reuss, Graf y otros, quienes a su vez se habían basado en estudios anteriores.
[94][nota 1] El consenso en torno a la hipótesis documentaria se derrumbó en las últimas décadas del siglo XX.
[108] Van Seters también criticó duramente la idea de una fuente Elohísta sustancial, argumentando que E se extiende como máximo a dos pasajes cortos en Génesis.
[110] Algunos eruditos, siguiendo a Rendtorff, han llegado a adoptar una hipótesis fragmentaria, en la cual el Pentateuco es analizado como una compilación de narraciones cortas e independientes, que gradualmente se unieron en unidades más grandes en dos fases editoriales: las fases Deuteronómica y Sacerdotal.
[7] Los académicos utilizan con frecuencia estas hipótesis recientes en combinación entre sí y con un modelo documentario, lo que dificulta la clasificación de las teorías contemporáneas como estrictamente una u otra.
[113] La tendencia general en los estudios recientes es reconocer la forma final de la Torá como una unidad literaria e ideológica, basada en fuentes anteriores, probablemente completadas durante el período persa (539–333 a. C.).
[117] Su resurrección de una fuente E es probablemente el elemento más criticado por otros eruditos, ya que rara vez se distingue de la fuente J clásica, y los eruditos europeos la han rechazado en gran medida como fragmentaria o inexistente.
En cambio, describe a los yahvistas tomando una serie de tradiciones escritas y orales, combinándolas en la fuente J. Propone que debido a que J se compila de muchas tradiciones e historias anteriores, los documentalistas confundieron la compilación con múltiples autores: el yahvista (J) y el elohísta (E).
* | Documento independiente, c. 620 a. C. |
** | Respuesta a D, c. 540 a. C. |
*** | En gran parte, un redactor de J, c. 400 a. C. |