Manuel Mora Valverde en determinado momento fue crítico a la doctrina impuesta por la Unión Soviética a los partidos comunistas de todo el mundo, y especialmente al estalinismo, pero sin acercarse al trotskismo como solía suceder.
Mora por el contrario buscaba realizar una reforma socialista en Costa Rica por medio de elecciones democráticas y respetando ciertas tradiciones costarricenses como la religión católica.
[3] Las posiciones moderadas de Mora y sus seguidores lo llevaron a confrontaciones ácidas con otros dirigentes comunistas ortodoxos como Humberto Vargas Carbonell que querían realizar los cambios por medios revolucionarios y radicales.
[5][6][7] José María Villalta, uno de los líderes del partido, lo define como «un socialismo que echa sus raíces en los valores y tradiciones de la sociedad costarricense, profundamente democrático», rechazando modelos autoritarios, así como también lo caracterizó como «democracia profunda, real y avanzada, democracia económica».
Para Villalta, esta forma de socialismo no rechaza la empresa privada, sino que la complementa.