Su topónimo hace referencia a Aurelio I de Asturias, bajo cuyo mandato el municipio fue capital nacional en el siglo VIII.
Durante esta etapa existen en el concejo nobles denominados infanzones ligados a este territorio y que en aquellos tiempos formaba parte de Langreo.
El siglo XX estuvo marcado por la profundización de importantes pozos verticales como Sorriego, Entrego, Sotón, Cerezal o Venturo.
En 2007 se aprobó el Decreto Ley que unifica las poblaciones de Sotrondio, El Entrego y Blimea en una única ciudad, San Martín del Rey Aurelio, capital del municipio, aunque estos núcleos no forman una unidad urbana continua.
El municipio se estructura en torno a una serie de valles y cordales cuyas aguas vierten al río Nalón, que atraviesa el concejo por su parte central con una orientación Sureste-Noroeste.
Las aguas que se vierten en este cordal, separan el Concejo del de Bimenes.
Luego tenemos la Cuesta La Faya que comprende desde el pico El Rasu hasta Peña Corvera, encima del Nalón.
Estos cordales forman estrechos valles en los que se asientan los principales núcleos de población.
Respecto a su clima, hay que comentar que pertenece al oceánico, como en el resto de Asturias, pero presenta ciertas peculiaridades como es un ligero descenso del índice medio de precipitaciones anuales, algunos caracteres muy atenuados del clima continental.
Esta tendencia se invierte en estos últimos años, debido sobre todo a la crisis de la minería.
De este modo observamos como en 1837 la población del concejo es de 2155 personas que se mantiene constante hasta 1850 en el que se produce un aumento significativo, al duplicar la población gracias a la actividad minera.
El sector primario representa solamente a un 3,1% de los empleos, siendo la actividad ganadera la que se lleva la mayor parte.
En el concejo de San Martín del Rey Aurelio, desde 1979, el único partido que ha gobernado ha sido el PSOE.
Numerosas capillas y ermitan salpican el concejo, como capilla de la Magdalena, Lantero, Villacedré o San Roque (fechada en el siglo XVII), del mismo modo que la de San José en Peña Tejera.
El palacio de la familia García Ciaño en Blimea, del siglo XVIII, cuenta con una capilla dedicada a Santa Teresa.
El edificio del ayuntamiento en Sotrondio, antiguas escuelas, cumple criterios de belleza formal.