La construcción del nuevo templo comenzó en 1945 de nuevo en la vega de El Entrego, zona que comenzará a urbanizarse densamente en este período autártico.
Los arquitectos del templo fueron Francisco de Zuvillaga y Abelardo Suárez Moro.
En el crucero se levanta un cimborrio también con arcos románicos de importante tamaño.
El exterior juega con volúmenes que combinan el arte románico y el barroco.
En su interior destacan las figuras de Cristo yacente y San Andrés.